miércoles, 16 de abril de 2008

Nacimiento (Janma)


Nacer es entrar al juego Kármico. El dado es el jugador y el ser individual un símbolo que va de casa en casa, donde quiera que el dado determine. Antes de nacer, uno está más allá del juego. Después del nacimiento, el ser está atado por la ley del Karma. El mundo es la tierra de la Acción:Karma.
Es es deseo quien lleva al jugador a aceptar las amarras del Karma. Si no existe el deseo de jugar, nada atraerá hacia el juego. Pero jugar está en la naturaleza de la conciencia. En el principio no hubo juego. Pero la naturaleza juguetona de la conciencia no puede estar inmóvil sin jugar.
Así. . . "Hágase la luz", es "Hágase el juego". El Absoluto se convierte en muchos desde el uno para jugar el juego.
Cuando uno decide entrar al juego, está reactivando la Creación primordial que es cuando el Absoluto agitó la inacción comenzando el juego macrocósmico, del cual no smos más que microcosmos. Una ves que se tomó la decesión de jugar, el jugador debe soportar las reglas, el cautiverio del dado Kármico.
Es aquí donde el jugador entra al juego después de arrojar un as. Cuando los cinco elementos sutiles (éter, aire, fuego, agua y tierra) y la unidad de la Conciencia Unica, se identifican en el uno, se inicia el movimiento del símbolo del jugador a través del tablero. Cada nacimiento es una apertura a un nuevo juego y el objetivo que se persigue en cada juego es el mismo: Conciencia Cósmica. No hay otra dirección, otro fin, otro propósito al jugar el Juego. El juego es completar el ciclo. El nacimiento es la clave, la llave que abre las puertas del Juego y el jugador comienza a vibrar a medida que inicia el viaje hacia su consumación.
Uno es la unidad responsable de toda manifestación. Como cualquier número impar, pertenece a la familia del Sol. Uno denota específicamente al Sol, la unidad responsable del nacimiento en este planeta.
Uno representa: personalidad independiente, decisión independiente, vida independiente, búsqueda de algo nuevo, novedad, originalidad.